La pandemia de COVID-19 ha cambiado nuestras vidas de maneras que jamás hubiéramos imaginado. Desde el aislamiento social hasta el trabajo remoto, pasando por la preocupación constante por la salud, el panorama ha sido desafiante para todos. A medida que la pandemia se prolongaba, muchos comenzaron a experimentar un fenómeno conocido como “fatiga pandémica“, un agotamiento emocional y mental causado por el estrés continuo de vivir en un estado de crisis prolongada.
Este agotamiento, cuando se combina con las presiones laborales y personales, puede llevar al burnout, un estado de agotamiento extremo que afecta tanto la salud mental como física. El burnout y la fatiga pandémica son dos problemas interrelacionados que están afectando a millones de personas en todo el mundo.
¿Qué es el Burnout?
El burnout, o síndrome de desgaste profesional, es un estado de agotamiento físico, mental y emocional que se produce como resultado del estrés crónico en el trabajo o en otras áreas de la vida. Aunque fue reconocido por primera vez en el contexto laboral, el burnout puede afectar a cualquier persona que esté sometida a presiones constantes y prolongadas.
Sintomatología del burnout
El burnout se manifiesta a través de una serie de síntomas que pueden variar de una persona a otra. Algunos de los más comunes incluyen:
- Cansancio extremo: sensación de agotamiento constante, incluso después de haber descansado.
- Desmotivación: falta de interés o entusiasmo por el trabajo u otras actividades que antes eran gratificantes.
- Irritabilidad y frustración: tendencia a enfadarse fácilmente o sentirse frustrado por situaciones que antes no eran problemáticas.
- Problemas de concentración: dificultad para concentrarse en tareas simples o para tomar decisiones.
- Ciclos de sueño interrumpidos: insomnio o dificultad para mantener un sueño reparador.
- Problemas físicos: dolores de cabeza, problemas digestivos o tensiones musculares.
¿Qué lo provoca?
El burnout puede ser causado por una combinación de factores laborales y personales. Algunas de las principales causas incluyen:
- Sobrecarga de trabajo: exceso de responsabilidades o tareas sin tiempo suficiente para realizarlas.
- Falta de control: sensación de que no se tiene control sobre las decisiones laborales o personales.
- Expectativas poco claras: falta de claridad en las expectativas o metas, lo que genera confusión y estrés.
- Falta de apoyo: sentimiento de aislamiento o falta de apoyo por parte de colegas, amigos o familiares.
- Desequilibrio entre el trabajo y la vida personal: dificultad para desconectar del trabajo y disfrutar del tiempo libre.
¿Qué es la Fatiga Pandémica?
La fatiga pandémica es un término que describe el agotamiento físico y mental que muchas personas han experimentado debido a la prolongada crisis de la pandemia de COVID-19. A diferencia del burnout, que está más relacionado con el estrés laboral, la fatiga pandémica es un fenómeno más amplio que afecta a todos los aspectos de la vida.
Síntomas comunes
Los síntomas de la fatiga pandémica son similares a los del burnout, pero están directamente relacionados con el estrés y la ansiedad derivados de la pandemia. Estos incluyen:
- Desesperanza: sentimiento de que la situación no mejorará, lo que lleva a la pérdida de esperanza y optimismo.
- Ansiedad constante: preocupación persistente por la salud, la seguridad y el futuro.
- Aislamiento social: sensación de soledad y desconexión de amigos y familiares, agravada por las restricciones sociales.
- Cambios de humor: irritabilidad, tristeza o enojo sin una causa aparente.
- Cansancio generalizado: fatiga constante que no mejora con el descanso.
¿Por qué aparece?
La fatiga pandémica, a pesar de su nombre, es el resultado de la prolongada exposición a una situación de crisis, no específicamente de una pandemia. Algunas de las causas más comunes incluyen:
- Incertidumbre prolongada: la falta de certeza sobre cuándo terminará la pandemia o cómo afectará a nuestras vidas ha creado un estrés constante.
- Cambios en la rutina: el cambio en las rutinas diarias, como el trabajo desde casa, la educación en línea y la limitación de actividades sociales, ha alterado la vida normal.
- Sobrecarga de información: la exposición continua a noticias negativas y a la información sobre la pandemia puede generar ansiedad y miedo.
- Pérdida de apoyo social: las restricciones para reunirse con amigos y familiares han aumentado el sentimiento de aislamiento.
Cómo Superar el burnout
Reconocer el burnout y la fatiga pandémica es el primer paso para superarlos. Una vez identificados, hay varias estrategias que pueden ayudar a aliviar estos estados de agotamiento y restaurar el bienestar emocional y mental.
Algunas de las que nosotros os recomendamos incluyen:
Establecer límites entre el trabajo y lo personal
Una de las principales causas del burnout es la falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Con el aumento del trabajo desde casa, esta línea se ha vuelto más borrosa. Es crucial establecer límites claros, como fijar horarios de trabajo específicos y asegurarse de desconectar completamente fuera de esos horarios. Esto puede incluir apagar notificaciones del trabajo y crear un espacio físico dedicado únicamente al trabajo.
Practica el autocuidado
El autocuidado es esencial para combatir tanto el burnout como la fatiga pandémica. Esto implica dedicar tiempo a actividades que te ayuden a relajarte y recargar energías, como hacer ejercicio, meditar, leer o disfrutar de un hobby. Además, es importante asegurarse de dormir lo suficiente, mantener una dieta equilibrada y evitar el consumo excesivo de alcohol o cafeína, que pueden agravar el agotamiento.
Mantén la conexión social
Es vital mantener las conexiones sociales de manera virtual o a través de llamadas telefónicas o actividades sociales. Compartir tus sentimientos y preocupaciones con amigos o familiares puede aliviar el sentimiento de aislamiento y proporcionar un apoyo emocional crucial. También puede ser útil unirse a grupos que compartan intereses comunes o que estén pasando por situaciones similares.
Busca a un buen profesional
Si el burnout o la fatiga pandémica se vuelven abrumadores, buscar la ayuda de un profesional de la salud mental es un paso importante. Un terapeuta o consejero puede ofrecer estrategias para manejar el estrés, ayudar a identificar patrones de pensamiento negativos y proporcionar un espacio seguro para hablar sobre tus experiencias. En algunos casos, el apoyo profesional puede incluir terapia cognitivo-conductual (TCC) o incluso, si es necesario, medicación bajo la supervisión de un médico.
Imponte una rutina equilibrada
Una rutina diaria estructurada puede proporcionar una sensación de normalidad y control durante tiempos de incertidumbre. Incluir actividades que promuevan el bienestar físico y mental, como hacer ejercicio, comer a horas regulares, y tomar descansos programados, puede ser beneficioso. Es importante incluir momentos de ocio y actividades que te hagan sentir bien, ya que esto ayuda a reducir el estrés.
Limita lo negativo
El bombardeo constante de noticias negativas, especialmente desde la pandemia, puede aumentar los niveles de ansiedad y contribuir a la fatiga pandémica. Limitar la exposición a las noticias, establecer momentos específicos para informarte y buscar fuentes de información fiables puede ayudar a controlar la ansiedad. Es igualmente importante desconectarse de las redes sociales si estas contribuyen al estrés.
Di “NO”
En el entorno laboral, aprender a decir “no” y delegar tareas cuando sea posible es clave para evitar la sobrecarga de trabajo. Es fundamental reconocer tus límites y comunicarte de manera abierta con tus superiores o colegas para gestionar las expectativas. Delegar tareas no solo reduce tu carga de trabajo, sino que también empodera a los demás y fomenta un entorno de trabajo colaborativo.
Practica la gratitud
El mindfulness o atención plena es una técnica que puede ayudar a reducir el estrés al enfocarte en el presente, en lugar de preocuparte por el futuro. Practicar la gratitud también puede cambiar tu perspectiva, ayudándote a enfocarte en lo positivo. Esto puede ser tan simple como llevar un diario de gratitud o dedicar unos minutos al día para reflexionar sobre lo que te hace sentir agradecido.
Conecta con la naturaleza
Pasar tiempo al aire libre y en contacto con la naturaleza puede tener un efecto calmante y revitalizante. Actividades como caminar por un parque, hacer senderismo o simplemente sentarse en un jardín pueden ayudar a reducir los niveles de estrés y mejorar el estado de ánimo. Si no es posible salir, traer elementos de la naturaleza al interior, como plantas de interior, también puede ser beneficioso.
Mantén tus metas realistas y alcanzables
Establecer metas pequeñas y alcanzables puede ayudarte a sentir un sentido de logro y control, lo cual es crucial para combatir el burnout y la fatiga pandémica. En lugar de intentar hacer demasiado a la vez, divide tus objetivos en pasos manejables y celebra tus logros a medida que avanzas.
Si notas que tu burnout te afecta en la vida diaria o sientes que es algo más grave, no dudes en ponerte en contacto con un profesional. Nosotros te atenderemos sin compromiso.