loader

En un mundo tan globalizado como el actual, donde un conflicto bélico de este calibre era, hasta hace prácticamente un par de meses, impensable, llegan a nuestros oídos de forma contante tres palabras: la guerra de Ucrania.

Y es que, a pesar de que geográficamente no nos situemos “cerca” del conflicto, socialmente estamos más cerca que nunca. Especialmente gracias a los medios de comunicación, cualquier acontecimiento relevante llega a tener impacto en nuestra vida cotidiana, ocurra donde ocurra.

Tampoco ayuda, además, el encontrarnos todavía en plena recuperación de una situación como la de la pandemia. Estos dos últimos años, si bien han sido difíciles para todos, parecían estar tranquilizándose con la ayuda de las vacunas. Hasta ahora.

¿Qué supone la guerra de Ucrania?

En realidad, uno de los puntos que más podemos escuchar a la hora de oír hablar de la guerra de Ucrania es el parón en seco a la tranquilidad. Es un fenómeno que es capaz de generar opiniones muy diversas y un gran movimiento social (ya sea a favor de unas opiniones o de otras).

En primer lugar, es básico recalcar que parece que todos tenemos claro un punto primordial: “no a la guerra”, presente en redes sociales, campañas sociales y en todo tipo de medios de comunicación. Sin embargo, debemos ser conscientes que la interpretación y consecuente actuación de este desastre puede ser muy diferente dependiendo de la franja de edad en la que nos encontremos.

  • Niños: lo más importante es saber cómo explicarles qué está ocurriendo en Ucrania, para que no generen miedos irracionales o estrés innecesario. De esa manera, debe formar parte de las conversaciones familiares, pero solo transmitiéndole certezas y seguridad, evitando cualquier tipo de confusión. Es vital hacerles entender que hay cosas que suceden que no tienen una explicación plausible, o que pueden no tener respuesta en ese momento. También es bueno que tengan la sensación de que pueden ayudar, aunque sea simbólicamente.
  • Adolescentes: el caso de los adolescentes, no obstante, es más peligroso. Al utilizar frecuentemente las redes sociales, no llegan a ser ajenos del conflicto. Pueden no entender del todo qué ocurre, pero saben que hay víctimas, y eso puede provocarles sufrimiento y malestar psicológico.
  • Adultos: los más afectados son los padres de niños en edad escolar, que entienden el conflicto, se preocupan por sus consecuencias, y, además, por lo que puede repercutirles o esperarles a sus hijos en el futuro.
  • Personas mayores: quizá se pueda decir que, dada su edad o sus experiencias, sean la franja más capaz de relativizar el problema y sufrir menos que otros grupos.

Efectos psicológicos en España

En nuestra nación, es importante conocer cómo nos afecta a nivel psicológico este conflicto. Un factor básico en estos efectos es, precisamente, el factor distancia. Con esto nos referimos tanto a distancia geográfica como a distancia emocional: si hemos viajado a Ucrania o Rusia o nos sentimos involucrados de alguna manera, nos afectará más.

Miedo

Ante la aparición de una guerra, el primer efecto que podremos observar entre la población es el miedo. Dadas las situaciones similares anteriores, la gente de a pie relaciona la guerra con el caos, la incertidumbre, la pobreza y la violencia.

Aunque no nos llegue a afectar de manera directa, sí que podemos llegar a empatizar con las víctimas, especialmente para las personas con hijos. Estos últimos pueden llegar a plantearse una sensación añadida de miedo o de duda ante lo que les puede deparar el futuro a sus descendientes.

Ansiedad

La angustia ante la incertidumbre es habitual en este tipo de situaciones. La aglomeración de noticias acerca de la guerra de Ucrania ya nos está pasando factura a nivel psicológico. En su peor estadio, este tipo de ansiedad puede llegar a causar insomnio y hasta depresión.

Hemos de tener en cuenta que la forma en que nos afecte la guerra dependerá en un alto grado de nuestra capacidad de resiliencia, de adaptarse a las situaciones estresantes y/o nuevas. También podrían darse casos de síntomas físicos a causa de los nervios o el estrés, como cefaleas, problemas intestinales o dermatitis.

En términos generales, si sentimos que estos efectos nos sobrepasan y no logramos gestionar nuestras emociones, podemos terminar por tener una inadaptación muy importante a periodos bélicos. Es muy complicado saber cómo podemos tratar la ansiedad ante este tipo de situaciones, y por ello, es importante recurrir a profesionales, que harán que todo resulte más sencillo.

¿Qué podemos hacer para sobrellevar la guerra de Ucrania?

Os dejamos una serie de consejos para tratar de continuar con nuestras vidas de la mejor manera posible mientras dure el conflicto:

  • Mantener distancia respecto al problema: a pesar de que es importante empatizar, en ocasiones debemos recordarnos que nosotros nos encontramos a cierta distancia del foco. Si en algún momento consideramos que nos sentimos demasiado angustiados, o que nos está afectando sobremanera, lo mejor es considerar la distancia emocional.
  • Priorizar los problemas: la manera en que nos afecte la guerra de Ucrania dependerá de forma determinante de la salud psicológica que tengamos previamente. Sin embargo, podemos utilizar a nuestro favor esta situación, comparando lo que considerábamos problemas y dándole a cada cosa su importancia real.
  • Afrontar el miedo: debemos evitar que la guerra sea un tema tabú. A pesar de que el miedo es una emoción necesaria para la vida (ya que va intrínsecamente ligada a nuestro sentido de la supervivencia), no podemos permitir que nos domine. Debemos entender que podemos tener miedo, pero no ser nuestro miedo: debemos seguir adelante, a pesar de sentirlo. Hablar de ello, por ejemplo, con amigos y familiares, puede ser muy útil.
  • Consumir información real y relevante: ante la era de la desinformación, es primordial saber que no todas las noticias que llegan a nuestros oídos son ciertas. Es muy importante contrastar la información y no creernos rumores o bulos.
  • Limitar el consumo de información: en ocasiones, nos puede parecer que la mejor solución es “saberlo todo”. En casos como este, donde abundan las malas noticias, es más adecuado limitar las horas de consumo para no obsesionarnos con el tema.

Si quieres ayudar a Ucrania, puedes echar un vistazo a ACNUR (aportaciones económicas) o Cruz Roja (ayudas económicas y voluntariado). Recuerda, que, además, nosotros nos encontramos disponibles para ayudarte a superar esta difícil etapa si lo necesitas.

¡Ánimo y di NO A LA GUERRA!

PROGRAMA KIT DIGITAL COFINANCIADO POR LOS FONDOS NEXT-GENERATION EU DEL MECANISMO DE RECUPERACIÓN Y RESILIENCIA​
Logos
(+34) 626 183 774
pilar@psicologasantander.es
C/ Lealtad Nº 19, 3º A
Santander, 39002
Cantabria
Pilar Gómez Ruiz
Pilar Gómez Ruiz
Doctoralia

Creemos que lo importante en la vida de las personas es el camino hacia la meta, y no el logro en sí.

Aviso Legal

Copyright © 2023 Psicología Ítaca. Todos los derechos reservados