Para comenzar, es necesario definir lo que entendemos por ludopatía. La ludopatía o juego patológico es una enfermedad que se caracteriza por la adicción y el impulso irrefrenable de jugar. La ludopatía se produce en los juegos que tienen capacidad adictiva, es decir, en los que transcurre poco tiempo entre la apuesta y el premio conseguido. Es importante recalcar que no todas las personas que juegan desarrollan una adicción al juego. Igualmente, existen personas no adictas que también hacen un mal uso de los juegos de azar.
¿Y por qué se apuesta? Las apuestas pueden estimular los sistemas cerebrales de recompensa, y causar adicción.
A día de hoy, estos juegos se pueden desarrollar en locales físicos y en sus alternativas virtuales en Internet: casinos, salas de apuestas, etc. Este tipo de adicciones, es decir, sin sustancia, suelen pasar más inadvertidas y ser más aceptadas por la sociedad.
La edad de inicio de los jugadores es cada vez más temprana, sobre todo en Internet. Este aumento de cifras se ve sustentado, en parte, por la imagen de las personas influyentes que se prestan para asociar el juego a algo positivo.
Fases de la ludopatía
Es posible que una persona nazca o crezca con propensión a desarrollar ludopatía, pero no se desarrolla espontáneamente. Cuenta con un proceso con una serie de etapas:
- Fase de ganancias: el éxito continuo lleva al paciente a creer que es especial, con habilidades o suerte únicas, y se llega a creer que puede cambiar su vida gracias al juego. Esta primera etapa es decisiva para la generación de las siguientes, puesto que el impacto es demoledor.
- Fase de pérdida: el jugador comienza a perder, y ante cada pérdida, el jugador trata de apostar lo suficiente como para recuperar las pérdidas. En esta etapa, las relaciones sociales comienzan a resultar un estorbo.
- Fase de desesperación: en esta etapa, comienza a generarse la desesperación por conseguir el dinero para sus deudas. La ansiedad y la angustia se disparan.
- Fase de agotamiento: esta etapa es la más peligrosa. El jugador sabe que perderá, pero no logra abstenerse de jugar de nuevo. Podría empezar a sopesar, incluso, el suicidio.
¿Por qué la ludopatía es tan grave?
Este tipo de apuestas causan estragos en los núcleos familiares y en las relaciones sociales, principalmente mediante el efecto dominó que se produce y afecta a todas las áreas significativas de la persona, llegando a perjudicar al paciente incluso laboralmente. En las últimas décadas, la ludopatía es la adicción sin sustancia más atendida en los centros de salud.
La adicción puede impactar de forma diferente en cada familia, pero algunas de las consecuencias más habituales son:
- Problemas emocionales y psicológicos en todos los miembros de la familia.
- Deterioro de las dinámicas familiares.
- Minimización y/o ocultación del problema.
- Problemas económicos y legales.
- Problemas laborales y académicos.
- Conflictos asociados directamente al problema.
- Aparición de otras adicciones, para hacer la principal o sus consecuencias psicológicas más llevaderas.
- Mal estado de salud general.
- Suicidio, intentos de suicidio o pensamientos suicidas.
Síntomas e indicadores de ludopatía
- En primer lugar, presentar los mismos rasgos que un adicto: repetición de una conducta o acción que resulta placentera; pérdida del control; o síndrome de abstinencia si se interrumpe el hábito.
- Problemas económicos repentinos.
- Mostrarse preocupado por las apuestas, por ejemplo, planificando continuamente cómo ganar más.
- Necesidad de apostar sumas cada vez más altas (y, sin embargo, lograr la misma emoción).
- Mostrar inquietud o irritabilidad al intentar reducir las apuestas.
- Apostar para escapar de los problemas o aliviar sentimientos negativos.
- Intentar recuperar las pérdidas con más apuestas.
- Ocultar la magnitud de las apuestas a su entorno.
- Poner en peligro o perder relaciones importantes debido a las apuestas.
- Recurrir al robo o fraude para recuperar las pérdidas.
- Pedir a otras personas que se hagan cargo de tus problemas económicos a causa de las apuestas.
Sin embargo, a diferencia de los apostadores ocasionales, las personas que sufren ludopatía no pueden evitar seguir jugando, generando un patrón que se vuelve cada vez más destructivo con el tiempo.
Algunas personas pueden tener períodos de remisión, en los que reducen la cantidad de apuestas durante un tiempo. Sin tratamiento, esta remisión es meramente temporal.
Factores de riesgo
A pesar de que la mayoría de las personas que juegan no suelen desarrollar un problema, hay ciertos factores que cada vez, están más asociados a la ludopatía:
- Trastornos de salud mental. Las personas sensibles son personas que ya pueden arrastrar problemas con el abuso de sustancias, trastornos de personalidad, depresión o ansiedad, aunque también puede asociarse a otros trastornos.
- La ludopatía es más frecuente en personas jóvenes y de mediana edad, y también es más frecuente en hombres que en mujeres.
- Influencia de familiares o amigos.
- Ciertos medicamentos llamados agonistas dopaminérgicos pueden tener un efecto secundario poco frecuente, que produce conductas compulsivas.
- Ciertas características de la personalidad: la competitividad, adicción al trabajo, impulsividad, inquietud, o una persona que se aburre fácilmente.
- Propensión a hacerse adicto en caso de haberse expuesto al juego.
- Problemas de inestabilidad psicológica o con problemas personales y sociales.
- Estructura del juego y publicidad: dependiendo del juego, puede tener más o menos componentes adictivos. Además, la publicidad de la que disponga puede incluso reforzar la idea de que realmente el juego puede ser una solución.
- Factores específicos actuales: conexión las 24h del día a Internet; la carencia de filtros en los contenidos para menores; la falta de límites por parte de los adultos a cargo; la nomofobia, o dependencia patológica del teléfono móvil; o el ocio excesivo.
- A día de hoy, las casas de apuestas funcionan también como lugares de socialización, y algunas están ubicadas incluso cerca de centros educativos.
Hay que tener en cuenta que la ludopatía se desarrolla de forma diferente en función de la predisposición.
¿Cuál es el tratamiento más adecuado para la ludopatía?
El tratamiento para la ludopatía puede resultar complejo. En parte, esto puede deberse a la dificultad de los pacientes para admitir que tienen un problema.
El tratamiento puede incluir los siguientes enfoques:
- La terapia conductual o la terapia cognitiva conductual pueden ser muy útiles. La terapia conductual utiliza la exposición sistemática a la conducta negativa y ayuda con estrategias para reducir la adicción. Por otro lado, la terapia cognitiva conductual se enfoca en identificar las creencias dañinas, y a reemplazarlas por otras positivas y sanas. También puede ayudar la terapia familiar.
- Los medicamentos, como antidepresivos y estabilizadores del estado de ánimo pueden ayudar a solucionar los trastornos contiguos a la ludopatía, e incluso ser eficaces en la disminución de las conductas ludopáticas.
- Grupos de autoayuda.
Los jóvenes: el nuevo grupo de riesgo
Actualmente, la ludopatía online afecta a 3 jóvenes por cada adulto, según un estudio realizado por la organización Proyecto Hombre de León. Este mismo estudio ha revelado que los jóvenes participan en actividades relacionadas con la ludopatía incluso con más frecuencia que otros comportamientos considerados por la sociedad como adictivos. La proliferación de los juegos de azar y apuestas en Internet ha hecho que la edad a la que comienzan a apostar los jóvenes disminuya, facilitándoles no solo el acceso, sino todo el proceso inherente al juego en sí.
El problema, además, es que los jóvenes no suelen admitir su problema, y por tanto, muy pocos buscan tratamiento o simplemente consejo profesional.
En estos casos, lo más adecuado es tratar de detectar lo más temprano posible las conductas adictivas. Hay tres indicios clave:
- Excesivo interés por el juego: una de las modalidades más comunes son las apuestas deportivas. Si el joven se muestra con ansiedad, podemos generar una sospecha sólida.
- Mentir para cubrir la adicción al juego: mentir sobre si juegan, cuándo, cuánto y dónde juegan, también es un indicio importante.
- Problemas con el dinero: de repente, a la persona comienza a faltarle dinero, y puede pedirlo, sorprenderle robando, etc.